Ni más ni menos

Cuando presenté a un grupo de alumnos la solución al cálculo de la inversión en capital de trabajo por los tres métodos que provee la teoría y les pregunté cuál de los tres resultados usarían en la evaluación, le respuesta mayoritaria fue "el más bajo porque hace más rentable al proyecto". El evaluador no puede "hacer" más rentable un proyecto por cuestiones matemáticas. Lo que debe hacer es determinar primero cuál de los tres métodos explicaría de mejor forma los requerimientos de capital de trabajo y calcular su cuantía sólo por este método. Recuerdo haber rechazado como evaluador externo de un banco un excelente proyecto con el argumento de que sólo lo aprobaría si el cliente pedía un 30% más de capital de trabajo, ya que con el monto determinado no podría financiar su ciclo operacional.

Calidad de servicio

Poca gente sabe que el Café Maxim se hizo conocido gracias a la "calidad del servicio al cliente" que su dueño daba a todos sus clientes. Aunque recién hoy muchos emprendedores están empezando a preocuparse de esto, sus orígenes son muy antiguos. Durante su luna de miel, Franz Lehar sufrió el robo de todos sus documentos, dinero y pasajes de retorno a Viena mientras cenaba en ese lugar. El propietario no sólo no le cobró la cena, sino que le prestó dinero para que retornara con su esposa a casa. Un desconocido y emocionado Lehar sólo atinó a decirle: "No se arrepentirá usted de su maravillosa generosidad. Le prometo que le daré fama a usted y prosperidad a su negocio". Pocos años después, Lehar puso en escena su obra "La viuda alegre", que con su canción del Café Maxim hizo a este cabaret el más famoso del mundo. Un cliente bien atendido, aunque no consiga lo que busca, recordará siempre un buen trato.

Charla "Proyectos de Inversión" en la UCINF

He aquí un compilado de las imágenes de la charla captadas este 19 de junio, en el aula media de la Universidad Ciencias de la Informática, UCINF, en Santiago de Chile.



Emprendedores

Uno de los desafíos más importantes de todo emprendedor es saber fracasar, sacar las lecciones del fracaso y partir de nuevo. Muchos empresarios exitosos vieron varios emprendimientos fracasar antes de lograr el éxito. Hace unos años anoté una frase que me impresionó y dio una lección: "Gracias a Dios que perdí todo. El que pierde algo es porque lo tiene".

Reconocer limitaciones

El evaluador de inversiones no puede ser experto en todos los temas de la formulación de proyectos y no debe tratar de hacer como de elaboración propia información recolectada de terceros. Yo mismo reconozco mi incapacidad para hacer la mayoría de los estudios técnicos o ambientales y varios de mercado cuando corresponden a áreas muy específicas. Menos puede el evaluador decir que hará un estudio de factibilidad técnico - económico cuando no tiene las capacidades para hacer la viabilidad técnica, por muy alta que sea la remuneración que podría obtener con ello. Quizás definir él variables que no está calificado haga que el proyecto no sólo muestre una rentabilidad errónea, sino que a veces, cuando se utiliza como guía para su implementación, haga incurrir en gastos innecesarios al inversionista. Es como lo que le pasó a una tía solterona que se fue a vivir al campo después de jubilar y, tratando de demostrar que podía dedicarse por si sola al negocio de la reproducción y venta de conejos, compró, para partir, 100 conejas y 100 conejos.

Segmentación de mercados

No hay dudas de la importancia de la diversificación para lograr cubrir el máximo del mercado posible. Sin embargo, a veces ampliar el abanico de clientes potenciales tiene más costos que beneficios, especialmente cuando se pierde "el foco" del negocio. Por ejemplo, hace muchos años, se creó una agencia de detectives especializada en la búsqueda de personas desaparecidas que al poco tiempo debió cerrar uno de sus dos departamentos (con todos los costos de imagen que ello tiene), el de "búsqueda de esposas desaparecidas", cuando completaron 70 mil esposas que buscaban a sus maridos. En el mismo período, sólo 15 maridos habían solicitado los servicios de "búsqueda de esposas desaparecidas"

Saber abandonar

Uno de los problemas de muchos inversionistas es que no saben abandonar un proyecto a tiempo porque les cuesta asumir la pérdida. Si no se abandona a tiempo, la pérdida puede ser mayor. El abandono se clasifica como proyecto de desinversión y tiene un tratamiento similar a la de los proyectos de outsourcing. A este respecto, recuerdo haber oído hace tiempo decir: "abandoné mi dieta en la que renuncié a comidas y tragos....cuando me dí cuenta que había perdido dos semanas en 15 días"

Identificación de todas las opciones

La optimización de la inversión pasa por la identificación previa de todas las opciones posibles para emprenderlo. Por ejemplo, si un proceso productivo tiene tres máquinas, dos de las cuales superan la capacidad de producción de 100 unidades por hora y otra sólo puede producir 86 y la empresa requiere producir 100 por hora, la primera tentación es considerar la compra de dos de esta última máquina. Sin embargo, la solución puede estar en trabajar esta etapa del proceso con dos turnos, pagar sobre tiempo, sub contratar las 14 que faltan o, incluso, reducir la producción total a 86 unidades por hora. Esto me recuerda cómo la identificación de todas las opciones le solucionó un problema al cómico estadounidense George Burns. No teniendo dinero sino solo para comprar 11 rosas a Gracie Allen y no pudiendo conseguir ni un préstamo ni un "descuento del proveedor", envió las 11 rosas con una nota que decía: "Querida Gracie, te envío 11 rosas, la docena se completa contigo."