Evento Pearson "Lanzamiento Libro"

Continuando con la presentación de su nuevo libro, el profesor Sapag se reunió con un destacado grupo de profesores del área de proyectos de diversas universidades de Santiago, con los que compartió una grata reunión desayuno, tal como se ha hecho en Concepción, Valparaiso, Bogotá y San Salvador.

¿Cuánto cobrar por una evaluación?

Una de las preguntas más frecuentes de quienes se inician en la evaluación de proyectos es qué porcentaje de la inversión deberían cobrar por hacer un proyecto. Mi respuesta siempre es que probablemente deban cobrar en un rango que podría estar entre 0,00000001% y 700%.
El valor de la inversión no tiene nada que ver con el valor del trabajo realizado por los evaluadores. Si un proyecto tiene predefinidas una cantidad importante de variables, el trabajo a realizar es mínimo. Por el contrario, si no está configurado, el trabajo será muy alto. Por ejemplo, si no está definido el tamaño, la localización, la opción tecnológica, si se va a trabajar con máquinas baratas que deben reemplazarse en breve tiempo o con otras más caras pero de mayor vida útil, si van a comprarse o arrendarse las oficinas, si el mantenimiento de las maquinarias será interno o externo, etcétera.
Lo que debe cobrarse es el trabajo que el evaluador hará. Por ello debe determinar, antes de tarificar su trabajo, qué información existe y cuál tendrá que comprar o generar él, qué variables están definidas (localización, por ejemplo) y cuáles tendrá que definirlas él, en cuánto tiempo y con qué costos.
Cuando un recién egresado le presenta su primera propuesta a un inversionista, éste reacciona diciéndole: "Pide usted mucho por evaluar un proyecto donde reconoce no tener ninguna experiencia". Sin dudarlo, el principiante le responde: "Pero si es natural, es mucho más difícil trabajar en lo que uno no sabe"

La carta bajo la manga

¿complicado con la formulación de su proyecto? Como último recurso .....recurra al sentido común...a veces resulta.

¿Por qué es importante asistir?



  1. Aún quedan cupos disponibles.
  2. Inicio: 1 de agosto de 2007
  3. Puedes descargar los detalles del curso aquí
  4. Mayores informaciones en :registro@nassirsapag.cl

¿Olfato o técnica?

El "olfato" de un empresario es insustituible por técnica alguna. La evaluación de proyectos, en un mundo tan dinámico como el actual, hace necesaria una complementación entre ambos. El empresario verá la oportunidad de hacer un negocio y siempre será el que decida. Pero el evaluador contribuye con información de apoyo: ¿Cuál es la dimensión real del mercado? ¿Qué estructura tecnológica es óptima, la más barata pero de corta vida o la más cara pero de mayor duración? ¿Cuál es la estructura de costos completa a financiar? ¿De qué magnitud será la inversión en capital de trabajo para que el gerente pueda administrar eficientemente el negocio? La lista es larga, pero lo importante es que hay información que muchas veces el empresario considera sólo tangencialmente. ¿Cuántos dimensionan en toda su magnitud la inversión publicitaria para posicionarse en los nuevos mercados? ¿Cuántos miden el riesgo o buscan determinar la priorización de las variables que hacen más sensible a la rentabilidad. Son dos enfoques distintos. Un empresario nace, no se forma. Un evaluador, que puede ser el mismo empresario, se forma como un colaborador para buscar la manera óptima de emprender la idea del inversionista.
La primera vez que le pasé la factura a un empresario al que le había demostrado que su idea no era rentable, me pagó mucho más satisfecho que todos aquellos a quienes sólo les confirmé, al entregarles un informe recomendando hacer el proyecto, lo que "ellos ya sabían".

Más perdido que usuario del transantiago


Hay muchas técnicas de predicción de la demanda, costos u otra variable relevante en la rentabilidad de un proyecto. Sin embargo, ninguna puede garantizar que la estimación se vaya a cumplir. Por eso en la redacción del informe final nunca se debe decir "la rentabilidad del proyecto es..." sino "la rentabilidad del proyecto, en el escenario definido, sería de...". Posteriormente, será necesario hacer los análisis de sensibilidad para informar al inversionistas bajo qué condiciones el proyecto dejaría de ser rentable o para medir el riesgo de que la rentabilidad mínima exigida no se cumpla.
Yo quiero ser honesto y reconocer, como J. Hermida, que los evaluadores nos clasificamos en dos grupos: a) los que no somos capaces de pronosticar las variables futuras y b) los que no saben que no son capaces de proyectarlas.
Por eso, no me molesta cuando nos dicen que somos expertos en explicar mañana porqué lo que pronosticamos ayer no sucedió hoy.

El libro más raro de mi biblioteca

Uno de los desafíos de cualquier evaluador es ser capaz de identificar todos los posibles escenarios relevantes para optimizar la formulación del proyecto. Si un proceso productivo requiere, por ejemplo, pasar secuencialmente por tres máquinas cuyas capacidades de producción son de 110, 107 y 87 unidades por hora y la producción esperada es de 100, le bastará una de cada una de las dos primeras máquinas, pero para la tercera tiene muchas opciones: comprar dos máquinas, pagar horas extras para producir el déficit de 13 unidades hora de esta máquina, contratar un segundo turno, subcontratar o, incluso, bajar toda la producción de la empresa a 87 unidades hora. Sólo así se podrá garantizar una formulación óptima del proyecto. Yo mismo, por no considerar todas las opciones, pude tener el libro más extraño en mi biblioteca: el que presté y me fue devuelto.

Si va a conducir...beba

El evaluador joven tiende a abusar de las estadísticas en el análisis de un proyecto. Si bien son importantes, son sólo un complemento al análisis lógico de las situaciones que permitirán hacer las proyecciones de beneficios y costos. Un amigo siempre me aconsejaba que beba antes de conducir. Cuando le pregunté porqué, me respondió que las estadísticas indicaban que un 30% de los accidentes se producen por conducir en estado de ebriedad y, como el 70% eran accidentes con conductores sobrios, habían menos probabilidades de chocar estando borracho. Yo mismo estaba algo desilusionado con las estadísticas de mi blog...... demasiadas visitas para tan pocos comentarios. Llegué a pensar que quizás era mi esposa la que entraba y salía para hacer aumentar el número de visitantes a mi blog y levantarme el ego. Sin embargo, después de publicar el posteo relacionado con mi cumpleaños recibí tantas llamadas telefónicas y mails saludándome (y disculpándose por haberse enterado tarde por el blog), que me dí cuenta que lo que enseñaba respecto de las frías estadísticas no lo estaba practicando.

07.07.2007

Ayer estuve de cumpleaños. Me desperté muy temprano y me dieron unas ganas tremendas de hacer ejercicios, así que me quedé acostado hasta que logré que se me pasaran. Seguro mis buenos amigos, los profesor Pedro Briceño y Otto Kutz, se habrían levantado rápidamente para salir a trotar....incluso en las alturas de La Paz.
Un evaluador de proyectos debe saber que lo que es bueno para unos no lo será para otros, que lo que él ve con optimismo otros lo verán con pesimismo, que sus prioridades no tendrán porqué coincidir con las del inversionista, gerente o banco. La capacidad para empatizar con el cliente es una virtud importante y necesaria de quien quiera dedicarse a la formulación y evaluación de proyectos.

Las inscripciones ya están abiertas para la segunda versión de este curso-taller a realizarse durante la primera mitad del mes de agosto. Pinchando la imagen o aquí, podrás ver: objetivos, contenidos y otros detalles.