No es viable...¿y qué?

"Un excelente método para adelgazar es comer desnudo. Funciona porque a uno siempre lo echan del restaurante."
La generación de ideas de negocio es la primera etapa de los proyectos. Una forma de lograrlo es identificando problemas que alguien necesite (adelgazar) y visualizar soluciones viables. Cada opción de solución es un proyecto. Pueden surgir tantas opciones de solución que su estudio requiere un proceso secuencial de eliminación de las malas opciones o de selección de las que se ven más viables. Para ello, cada una se analiza en una etapa de perfil desde diversos ángulos. La viabilidad técnica para demostrar que físicamente se puede hacer, la viabilidad legal para ver que no se contraponga a la normativa vigente, la viabilidad de gestión para demostrar que existen las capacidades para gerenciarlo, la viabilidad política para ver que está dentro de los rangos de elegibilidad por sus riesgos, la viabilidad ambiental para configurar el proyecto en función de variables que permitan cumplir con las normas de impactos ambientales y la viabilidad económica para determinar su rentabilidad y riesgo en uno o más escenarios. La mayoría de las veces que un inversionista me propone una idea para evaluar, o primero que hago es entender porqué a nadie se le ha ocurrido antes. Generalmente concluyo que sí se le había ocurrido, pero que hay una razón de porqué no es viable. Identificar esto hace ahorrar importantes recursos a ese inversionista, a una empresa, una familia o un país. Los evaluadores que quieren ganar dinero en el corto plazo a veces recién en el informe final indican la no viabilidad de la idea. Nuestro esfuerzo debe ser encontrar si existe una razón para abandonarlo en las etapas más iniciales del proyecto.

Segunda opinión

-"¿Por qué esa cara tan triste, Ortega?" pregunta Gasset a su amigo en una fiesta que reunió a varios matrimonios después de muchos años.
- "Es que veo a todas las mujeres tan lindas y a la mía tan fea"
- "No te preocupes Ortega, a mi me pasa exactamente lo mismo que a ti. Encuentro a todas muy bonitas ...menos a la tuya".
El evaluador de proyectos debe reconocer que muchas veces no es conocedor del tema que debe evaluar y debe recurrir a confirmar su opinión. Usar fuentes de información secundaria es probablemente una parte de la solución a su ignorancia, especialmente si se está en nivel de prefactibilidad. Sin embargo, hay proyectos con características tan particulares que generalmente la información así obtenida puede distorsionar los resultados. Por ejemplo, conocer la velocidad de ventas promedio de edificios de departamentos de 140 m2 y de un valor de $10.000, no siempre será representativo del comportamiento en las ventas de otro que tenga iguales características y valor. La lejanía a los medios de transporte o la cercanía a una empresa funeraria, entre muchos otros, pueden afectar cualquier comportamiento estadísticamente demostrado.
De aquí la importancia de sensibilizar el proyecto. O sea, de determinar la tasa de reducción de la velocidad de ventas que hace al VAN del proyecto igual cero.

Inversión en promoción

-"Ortega, me pasas otro champú, por favor"
-"Pero si ahí tienes uno, Gasset"
-"Si, pero este dice que es para cabello seco....y yo ya me lo mojé"
No toda la gente entiende el mensaje como lo transmitimos. En proyectos donde se va a introducir un nuevo concepto, la inversión en dar a conocer su existencia, uso, ubicación, atributos, etcétera, puede alcanzar cifras significativas dentro del total de los egresos previos a la puesta en marcha. Por ejemplo, si se evalúa crear un centro médico para consultas de segunda opinión, donde el paciente pueda confirmar un diagnóstico con opiniones externas y expertas ¿cómo se transmitirá el mensaje para que sepa que este servicio existe y a dónde puede recurrir? Si hoy el concepto de Centro de Consulta de Segunda Opinión no existe, ¿cómo llegarán los pacientes (clientes)?. La viabilidad del proyecto depende fuertemente, en este caso, de la inversión promocional que muchos evaluadores consideran como secundaria dentro del total de las inversiones. Pero cuidado, hay excepciones (lo invito a que averigüe cuánto invirtió Movistar en posicionar su marca en el mundo)

Proyectos de abandono

¡¡¡¡¿¿¿¿Qué????!!!! - dice la esposa al marido que acaba de pedirle el divorcio después de 25 años de matrimonio- ¿ahora me dejas después de haberte dado los mejores años de mi vida?
- Por eso- contesta el marido- no quiero ni imaginarme cómo serán los peores.
La mayoría de los evaluadores habla de proyectos de inversión, en circunstancias que, al interior de una empresa, es frecuente la evaluación de proyectos de desinversión (como el outsourcing, el abandono o el reemplazo de una tecnología con mucha capacidad ociosa por otra menor). En un proyecto de inversión, nadie omite asignarle un valor al remanente de la inversión (valor de desecho del proyecto). Sin embargo, en la mayoría de los proyectos de desinversión se omite considerar con signo negativo el valor de la menor propiedad que el proyecto ocasionará a la empresa. Por ejemplo, al hacer un outsourcing de alguna actividad, habrá un ingreso inicial generado por la venta de los activos que dejarán de ser necesarios, pero al final del horizonte de evaluación, la empresa habrá visto disminuir el valor de su propiedad. Algo similar sucede con la recuperación del capital de trabajo, que aparecerá también con signo negativo en un flujo incremental al final del horizonte de evaluación.

Gerencia de beneficios

Al ver que su casa se quema, una señora despierta gritando a su marido. Éste, al ver la gravedad de la situación, le dice "shhhhh, no vayas a despertar a tu madre"
Un emprendedor eficaz es aquél que tiene la capacidad de ver hasta en los problemas una oportunidad para mejorar. Hace una década, si alguien señalaba algún problema en la empresa, era considerado desleal, conflictivo y hasta peligroso para la organización. Hoy existe la función de gerente de beneficios, cuya labor es buscar la mayor cantidad de problemas posibles en una empresa. Cada opción de solución que se identifique es un proyecto, es decir, una oportunidad para mejorar.

Un recorrido visual

Registros fotográficos de la presentación que hizo Nassir Sapag de su libro Proyectos de inversión: formulación y evaluación, en Panamá, Costa Rica y Chile (Santiago y Concepción) que editorial Pearson-Prentice Hall publicó recientemente.


Evaluador infantil

Ayer estuvo de cumpleaños mi hija. En la mitad de una reunión donde todo era alegría, mi nieto Ignacio (7 años) se acerca y me dice cariñosamente:
- "Abuelo....cuando te mueras...¿me puedo quedar con tu jeep?"
Cuando logré reaccionar, sólo atiné a decirle "Oye...lo único que falta es que te pongas a rezar para que el abuelo se muera pronto". Con una tranquilidad que todavía me asusta, me responde:
- "No...¿no vez que todavía no me dejan manejar?"...y me dió un largo beso.
Un emprendedor sabe que las inversiones de hoy dan frutos en el largo plazo. La rentabilidad inmediata está más asociada a inversiones especulativas. Un empresario exitoso aspira a que si siembra bien, de acuerdo con los estudios de viabilidad que realice, los retornos positivos tienen más posibilidades de materializarse.

Equipos de apoyo

"Cuando los años de experiencia te lleven a lo más alto de la escalera del éxito, no olvides nunca cuánta gente está ayudándote a sostenerla".
El estudio de cualquier proyecto requiere de un equipo interdisciplinario, donde el aporte más pequeño puede ser crucial para su éxito. Reconocer las debilidades temáticas y conocer las fortalezas de quienes nos apoyan, nos permitirán formar grupos profesionales de mayor rendimiento, donde las discrepancias son oportunidades para confrontar nuestras posiciones y lograr mejorarlas a tiempo. El jefe de proyecto, como un decano o un gerente, no está para mandar, sino para coordinar los esfuerzos diversos que nos potencian como equipo.

Desnuda ... ¿y viable?

Una joven muy liberada, entra en un bar completamente desnuda. Se para frente al cantinero y le dice:
- Déme una cerveza bien helada!-
El cantinero se queda mirándola sin moverse.
-¿Que pasa? -dice ella- ¿Nunca ha visto a una mujer desnuda?
-Muchas veces- responde él tranquilamente.
- ¿Y entonces.... qué mira?-
-¡Quiero ver de dónde va a sacar el dinero para pagarme la cerveza!

El financiamiento es uno de los aspectos a los que el evaluador debe prestar mucha atención en la formulación del proyecto. Tan importante como seleccionar la mejor alternativa tecnológica, una buena localización o decidir si externalizar o hacer el mantenimiento internamente, es buscar la fuente de financiamiento más atractiva para el proyecto. Especialmente se aprecia su impacto cuando, después de calcular la rentabilidad de los recursos propios invertidos en el proyecto, se analiza la capacidad de los flujos para cumplir con las condiciones de pago de la deuda.

Validación de información

"¡María, María.....tu marido se va a tirar por la ventana!"
Díle al tarado ese que le puse cuernos, no alas!"
La validación de la información es responsabilidad del evaluador. No basta con citar fuentes ajenas, a menos que sean de alta confiabilidad. En una ocasión, hice el seguimiento a una referencia bibliográfica en un proyecto que debía revisar. La fuente de información era una tesis de grado que se basó en otra tesis donde el alumno mencionó un ejemplo dado en clases por un profesor....Nunca se pudo demostrar la validez de la información.

De conceptos y matices

La lengua española es machista, decía un amigo, dando los siguientes ejemplos:
Zorro: espadachín justiciero. Zorra: prostituta.
Perro: mejor amigo del hombre. Perra: prostituta.
Aventurero: osado. Aventurera: prostituta.
Callejero: paseador. Callejera: prostituta.
Hombre público: personaje prominente. Mujer pública: prostituta.
Golfo: masa de agua marina parcialmente rodeada de tierra. Golfa: prostituta.
Adúltero: infiel. Adúltera: prostituta.
Hombre que vende sus servicios: consultor. Mujer que vende sus servicios: prostituta.
Uno de los problemas que encontramos frecuentemente al evaluar proyectos, es la diferente terminología que usamos en los países latinoamericanos (e incluso entre profesores de un mismo país) para definir un mismo concepto. Así, por ejemplo, mientras al poco feliz nombre de Valor de Desecho del proyecto algunos pocos hemos optado por llamarle Valor Remanente de la Inversión, otros le llaman Valor Residual. En algunos países, Valor Residual indica la parte del valor de un activo que no se deprecia y en algunos representa el Valor Contable de un activo (lo que en otros se denomina Valor Libro). Son tantas las diferentes denominaciones que damos a mismos conceptos, que creo conveniente invitarlos para construyamos un glosario de términos equivalentes, ante mi convicción de que será imposible en el corto plazo ponernos de acuerdo en cuál es el que deberíamos adoptar. Ofrezco este blog para hacerlo, reconociendo los aportes individuales a quien corresponda.