El término correcto

─ ¡Cristina, Cristina.....tu marido se va a tirar por la ventana!─ le grita mi vecina a mi esposa.
─ ¡Dile al estúpido de Nassir que le puse cuernos, no alas!─ le responde ella.

Uno de los problemas que encontramos frecuentemente al evaluar proyectos, es la diferente terminología que usamos en los países latinoamericanos (e incluso entre profesores de un mismo país) para definir un mismo concepto.
Así, por ejemplo, mientras al poco feliz nombre de Valor de Desecho del proyecto algunos pocos hemos optado por llamarle Valor Remanente de la Inversión, otros le llaman Valor Residual.
En algunos países, el Valor Residual indica la parte del valor de un activo que no se deprecia mientras que en otros representa el Valor Contable de un activo (lo que en otros se denomina Valor Libro).
Cuando se estudia un proyecto en un país distinto al nuestro, el evaluador debe en primer lugar conocer las diferentes denominaciones que se les da a las variables más relevantes de un proyecto, especialmente las de origen contable.
Tan importante como eso es conocer la cultura empresarial y las actitudes personales de los distintos agentes que harán viable o no el proyecto. Mientras algunos países exigen un alto grado de formalidad en los contratos hay otros que confían más en la palabra empeñada. Mientras en unos países el proveedor racionaliza al máximo las condiciones económicas de una venta, en otros se priorizan las relaciones de confianza entre las personas.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

Que sabia es Cristina.

Anónimo dijo...

Gracias por su tremendo aporte don Christian. ¿Fue capáz de leer más de dos líneas esta vez?