Cinco sentidos

Quisiera morir como mi abuelo. Durmiendo tranquilamente y no gritando desesperadamente como los 42 pasajeros del bus que él conducía.

En los proyectos, como en la vida, hay que tener siempre los cinco sentidos alertas para enfrentar cualquier evento que suceda en el mercado. El evaluador, por ejemplo, debe usar sus cinco sentidos en todo estudio de viabilidad que realice por cuenta de terceros:
  1. La vista: Ver la formulación del proyecto desde una perspectiva estratégica para efectuar los pronósticos adecuados.
  2. El oído: Escuchar, acopiar y analizar el máximo de información relevante antes de optar por un camino.
  3. El olfato: “Oler” las oportunidades que se producen más allá del proyecto directo, incluso en tiempo de crisis, como el uso de residuos o subproductos.
  4. El tacto: Sentir el negocio como si fuera propio y asumir un compromiso por mejorar los resultados.
  5. El gusto: Buscar el refinamiento que permita distinguir el producto del cliente respecto de los de la competencia.

2 comentarios:

Ernesto Zambrano dijo...

Gracias profe por sus entregas en este blog. Creo que los proyectos son casi una forma de vida. En cualquier momento, lugar y situación es posible encontarr una opiortunidad para mejorar el status quo que a muchos satisface pero que pocos está dispuestos a cambiar. Ojalá nuestros alumnos entiendan esto como parte de la labor profesional que les corresponderá realizar en ayuda del desarrollo.
La duda es si existen algunos criterios para hacer esto metódicamente.
Atentamente
Ernesto

Nassir dijo...

Sí Ernesto.
Hay varios textos que lo tratan. Por ejemplo, el de Varela sobre emprendimiento, de editorial Pearson.