Tornado

-Perdónanos por ser tan sensibles a las cosas insignificantes y tan insensibles a las que realmente importan- decía un sacerdote en sus oraciones.

La evaluación de un proyecto mide la rentabilidad que tendría la inversión en el escenario considerado como más probable. Posiblemente, muchas de las variables tendrán un comportamiento distinto al pronosticado, con lo que la rentabilidad real no coincidirá con la estimada. La mayoría de las veces que se muestra una rentabilidad positiva, se observará que el proyecto fue exitoso, pero en una magnitud diferente a la del estudio. En otras ocasiones, es posible que el cambio de una variable transforme un proyecto aparentemente rentable en uno no rentable.
La próxima versión del software Risk Simulator incluirá, para determinar cuál o cuáles son las variables a las que el VAN reacciona con más sensibilidad, un Gráfico de Tornado (que ya tiene el Crystal Ball) la correlación entre el cambio de valor de cada variable con el cambio en el VAN. Para ello, utiliza una simulación de Monte Carlo que, además de entregar la probabilidad de que salga rentable un proyecto, nos ordena de mayor a menor importancia el impacto de los cambios en las variables sobre la rentabildad.

¿zapato izquierdo o derecho?

El rey Jorge IV de Inglaterra, insatisfecho con su calzado, ordenó a su zapatero que le hiciera un par de botas distinto para cada pie.
Muchas ideas de negocio surgen de la observación de lo que el cliente quiere y no de la sola genialidad de un emprendedor. La fidelización de los clientes, por lo tanto, no debe hacerse con la única finalidad de mantener un grupo de consumidores cautivos, ya que tanto o más importante que ello es su permanente opinión acerca de qué tenemos que hacer para mejorar su grado de satisfacción. Un texto docente, por ejemplo, se debe escribir pensando en facilitarle el aprendizaje al estudiante y no buscando complejizarlo para mostrar el "nivel" de conocimientos del autor.

Golf

Un día en que mi esposa me fue a ver cómo jugaba golf, me preparé mucho en preparar un golpe, lo que hizo que, muy molesto, mi compañero me dijera:
- ¿Qué esperas para jugar?¡No tenemos todo el día!
- Es que Cristina está allá mirándome y quiero que mi golpe sea perfecto-le digo mostrándole la terraza del club que se encontraba bastante lejos.
- ¿Pero cómo se te ocurre que vas a acertarle desde esta distancia?- me responde.
La tasa de descuento representa lo que se espera como mínimo que rinda una inversión para ser aceptada.
Básicamente, incorpora dos elementos: a) la rentabilidad mínima para los inversionistas, que se asimila a lo que rentan inversiones con riesgos similares, y b) los intereses de la deuda netos de impuesto.
Dicho de manera simple, si se compara la tasa libre de riesgo (Bonos del Estado, Letras del Tesoro de Estados Unidos más riesgo país, etc) con la rentabilidad observada en el mercado, podemos asumir que la diferencia es lo que motiva al inversionista a asumir riesgos. Por ejemplo, si la tasa libre de riesgo fuese 4%, la tasa de rentabilidad observada en el mercado fuese 4.96%, la prima por riesgo equivaldría a 4.96% - 4.00% = 0.96%.
Sin embargo, como cada industria tiene rentabilidades distintas, debe corregirse la prima por riesgo dependiendo del sector donde se ubique el proyecto por un factor beta que corresponda a la relación entre la variación de la rentabilidad de la industria y la variación en la rentabilidad del mercado. Si el beta del sector fuese 1.43, la tasa de costo de capital propio sería 4% + (4.96% - 4%)* 1.43 = 5.37%.
Por otra parte, si el proyecto va a ser financiado también con deuda, la tasa de costo de capital propio se debe ponderar con la tasa de la deuda neta de impuestos. Como la estructura de endeudamiento cambiará en cada período que se amortice la deuda, lo correcto sería calcular una tasa de descuento también por período.
En definitiva, dependerá de lo que se quiera medir (rentabilidad de la inversión o rentabilidad de los recursos propios), lo que determine la tasa a usar.

Prohibido comer

Hace unos años, un médico de la Universidad de Chile me diagnosticó cáncer de huesos (era un virus, pero me sacó dos costillas y un montón de dinero). En la seguridad de que me iba a morir en pocas horas y estando en cama después de la operación, siento el aroma de pasteles árabes recién hechos. Es lo más rico que sabe hacer mi esposa y a mí me encantan. Como pude, me levanto de la cama con mucho dolor y camino hacia la cocina, siguiendo el aroma. Sobre la mesa veo varias bandejas de pasteles recién horneados, me acerco y tomo uno con mucha dificultad, sintiendo que mi tremendo esfuerzo había valido la pena. Sería como mi último deseo. Repentinamente... ¡¡¡zás!!!... siento un fuerte golpe de cucharón en la cabeza que casi me hace caer dada la debilidad de mis piernas. Tratando de no caerme, me giro y alcanzo a ver a mi esposa con un cucharón en la mano, diciéndome:
- Ni se te ocurra comer....! ¡son para el velorio...!
Hay proyectos estratégicos, pero hay estrategias de proyectos. Una de ellas es anticipar los escenarios posibles (por ejemplo, cómo podría reaccionar la competencia) y preparar los planes de contingencia para enfrentarlos a tiempo. Cada opción de reacción tendrá costos y beneficios distintos, por lo que deberán evaluarse antes de definirse por uno de ellos. Posiblemente esto demande más trabajo del evaluador, pero sin duda el inversionista valorará disponer de este antecedente para cuando deba estar administrando su negocio. Incluso es posible anticiparle que, frente a un determinado escenario, lo que deberá hacer es abandonar el proyecto y asumir la pérdida antes que seguir acrecentándola.