Entender para hacer

- ¿Otra vez te irás de viaje?- me dice mi esposa cuando le cuento que recibí una invitación para dictar unas conferencias sobre evaluación de proyectos.
- Es que toda la gente quiere estudiar el tema- le respondo en voz baja, acostumbrado a no discutir con ella cuando está cansada...o descansada.
- ¡Y la famosa evaluación de proyectos, ¿de verdad sirve?!
- Claro...tanto como un martillo o tu máquina de coser...depende de quién es el que la usa.
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No hay dos proyectos iguales. Por eso no se ha diseñado el software capaz de formular, preparar, evaluar, analizar el riesgo y recomendar la acción a seguir.
La evaluación de un proyecto, si bien se ha simplificado enormemente, de nada sirve si el proyecto no se formuló correctamente, si los flujos de caja están mal construidos o si no se sabe interpretar los resultados.
Todavía muchos no se explica cómo mientras más aumenta la TIR más negativo se hace el VAN; porqué al aumentar el endeudamiento la rentabilidad de los recursos propios aumentan más que proporcionalmente respecto de la rentabilidad del proyecto, o porqué un proyecto con una alta rentabilidad, una baja inversión y un mínimo riesgo, difícilmente conseguirá financiamiento.
Las personas hoy quieren aprender a hacer bien las cosas, a desarrollar un criterio analítico que les permita entender más que saber. En este "entender" radica la posibilidad de "hacer".

Mi amortización ¿acelerada?

El día de mi cumpleaños me encontraba en Valdivia dictando dos Diplomados, uno en la mañana y otro en la noche, cuando me llama mi esposa por teléfono:
- Mi amor- me dice con esa voz que que usa para Navidad y para mi cumpleaños- ¡¡¡Feliz cumpleaños y que cumplas muuuuuchos más!!!....No te mueras nunca, por favor...¿Cómo estás, muy apenado por pasarlo solito?
- No, la verdad es que me han tratado muy bien. Fíjate que en el diplomado para la gente de la Corporación de Certificación de la Leña me tenían una torta y uno por uno me abrazó deseándome felicidades...claro que con las damas lo hacía durar más rato. Después, en el de la noche, la misma cosa. Fue demasiado el cariño.
- Pero te siento la voz rara. Te noto preocupado. Debe ser porque es el primer cumpleaños que lo pasas solo. Yo también tengo penita.
- No es eso-le respondo. Estoy preocupado porque antes de ayer me saludó por mi cumpleaños mi mejor y más viejo amigo (se equivocó por dos días), ayer lo mismo con mi primo más querido, hoy a las 05.50 de la madrugada me llamó otro para saludarme...después de haber leído toda la prensa y, más encima, me llama tu papá antes de ponerse la dentadura postiza para decirme "Ashi que sheshenta el viejo..jajaja". "Si, cumplo sesenta suegrito". "No sheas tonto...te digo que ahora sheshenta" me dice molesto. Cierto suegro son sesenta. Se pone la placa y me grita "imbécil, te digo que ahora se sienta el viejo y deja de estar viajando para todos lados".
- Perdónalos...si todos son tanto o más viejos que tú, pero el estado físico de todos ustedes es envidiable...debe ser donde salen a cazar todos los fines de semana- me dice mi esposa cariñosamente.
- Pero si no me enojo, me preocupa que todos estamos presentando fallas en el manejo de la información y los tiempos...si hasta a mí se me olvidó mi cumpleaños cuando programé estas clases.
- Cierto...aunque en ti es normal desde que nos casamos.
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La implementación y posterior operación de cualquier proyecto requerirá siempre de un mantenimiento, ya sea preventivo o correctivo, para que las cosas funcionen adecuadamente.
Si bien en todos los estudios de viabilidad económica se incluyen los costos asociados con el mantenimiento físico, son muy pocos los que incluyen el gasto (que será real y que cada vez es más cuantioso) en la actualización de los sistemas de apoyo a la gestión.
La proyección de los flujos deberá incorporar los egresos periódicos en la actualización de sus bases de datos, en los cambios cada vez más frecuentes en los procedimientos de gestión de bodegas, en los controles para minimizar las devoluciones por el envío de materiales no solicitados o faltantes, etc.
Igual como la depreciación representa la pérdida de valor de los activos fijos, la amortización lo hace con los intangibles. Es decir, si el software, las bases de datos o el poblamiento de información son reconocidos como amortizables por el Fisco, con mayor razón el evaluador debe considerarlos como futuros gastos o como reinversión para asegurar, como con una máquina, la sustentabilidad del proyecto en el largo plazo.