Reclamo de lector

- Profe, ¡hasta cuándo va a seguir sacando nuevas ediciones de su libro!. Cada dos o tres años me obliga a botar la anterior y volver a gastar plata en la nueva...ya estoy aburrido- me reclamaba un buen alumno.

- Lo que pasa es que mientras más escribo, más se aclaran mis ideas (con ayuda de otros, por cierto) y mientras más las aclaro, más quiero escribir.

- Pero piense más y diga de una vez cómo solucionar los problemas de inversión- me dice molesto.

- Ah...pero si esa es tu gran preocupación, la respuesta la tengo: solo se necesita tener dinero.

- Parece que es cierto lo que leo que dice su esposa en sus otros posteos- me dice con cara de estar viendo a un "estúpido".


La mayoría de los evaluadores pasamos por un periodo de angustia cuando nos entrampamos en el entretenido proceso de adivinar (perdón, proyectar) el comportamiento de las variables de un proyecto. Pero mientras más se analiza lo que se ha avanzado, más se aclaran los puntos donde se centran las dudas y más se aclaran las ideas para solucionarlas. Y mientras más se aclaran, más dudas aparecen.

Este proceso es inevitable. No hay que "abandonar" el proyecto de evaluar un proyecto porque se tienen dudas. Al contrario, tenemos que ser conscientes de que casi todo lo que hemos hecho será modificado antes de entregar el informe final.

Como decía Nietzche, "si mantienes el enfoque, entonces el enfoque te mantendrá a ti". Por eso cuando me preguntan cómo debe enfocarse un problema en la formulación de un proyecto respondo: de muchas maneras (aunque piensen que soy un estúpido).

2 comentarios:

Guillermo J. Ciampagna dijo...

Genial Nassir!!! Qué complejo es hacer entender a los estudiantes que en la Universidad (libros) no encontraran respuestas sino: ¡"preguntas"!. Un abrazo grande desde Córdoba, Argentina, un ex-alumno del MBA-UNC que lo cita constantemente.

Nassir dijo...

Gracias Guillermo...es cierto...es más...a mis alumnos les digo que generalmente no cambio las preguntas en los exámenes...solo la respuesta
Un abrazo