Vivir por la fuerza o morir con la razón

"Prefiero vivir por la fuerza que morir con la razón" decía un amigo que se detenía con luz verde en los semáforos para cersiorarse que del otro lado nadie pasaría con luz roja (hasta que lo chocaron por detrás y se dislocó el cuello).
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Cuando se elabora un flujo de caja, los impuestos se calculan sobre las utilidades contables que, a su vez, consideran la depreciación como un gasto (desgaste del activo por su uso). El Fisco determina los plazos en que cada activo puede depreciarse, independientemente de si se ha usado uno, dos o tres turnos diarios.
Por eso, una vez calculado el impuesto se debe reversar la depreciación para anular el efecto (irreal) en el flujo de caja y se agrega, también después de determinado el impuesto, la inversión en el momento en que realmente se hizo.
De esta manera, se cumple con la norma contable para calcular el impuesto y se corrige el flujo de caja acorde con lo que realmente se estima ocurrirá.