¡¡Te lo dije!!

̶  El objetivo de la formulación del proyecto es generar información para ayudar a tomar una decisión. Nunca podremos acertar al escenario que tendrá el proyecto al implementarse  ̶  les exponía a mis alumnos en la primera clase.
̶  ¿O sea que nunca el VAN del proyecto lo podremos calcular?  ̶  me pregunta con preocupación un alumno sentado en primera fila.
̶  No lo sé. Yo, por lo menos, jamás le he acertado.
̶  ¿Y qué hacemos acá entonces? ¿Nadie ha calculado la rentabilidad correcta de una inversión? ̶  me responde.
̶  Para ser honesto, solo una persona ha sido capaz de adivinar el futuro, pero no en proyectos  ̶  respondo.
̶  ¿Y quién es ese mago? ¿Cómo no se le ha ocurrido contratarlo?
̶  Es mi señora… siempre me dice “¡¡¡Te lo dije!!!” cuando cometo un error.
En ese momento se levanta, junto a varios compañeros, y van a solicitar al director de Escuela el cambio de asignatura.

Si no se formula y evalúa un proyecto, la incertidumbre es total. Estudiar su viabilidad reduce esa incertidumbre al generar información, pero no la elimina.  
El evaluador debe tener la honestidad de advertir que la rentabilidad calculada es solo la de uno de muchos escenarios futuros que podrían presentarse.