El libro más raro de mi biblioteca

Uno de los desafíos de cualquier evaluador es ser capaz de identificar todos los posibles escenarios relevantes para optimizar la formulación del proyecto. Si un proceso productivo requiere, por ejemplo, pasar secuencialmente por tres máquinas cuyas capacidades de producción son de 110, 107 y 87 unidades por hora y la producción esperada es de 100, le bastará una de cada una de las dos primeras máquinas, pero para la tercera tiene muchas opciones: comprar dos máquinas, pagar horas extras para producir el déficit de 13 unidades hora de esta máquina, contratar un segundo turno, subcontratar o, incluso, bajar toda la producción de la empresa a 87 unidades hora. Sólo así se podrá garantizar una formulación óptima del proyecto. Yo mismo, por no considerar todas las opciones, pude tener el libro más extraño en mi biblioteca: el que presté y me fue devuelto.

1 comentario:

Anónimo dijo...

En todo caso es imposible asegurar que todos los escenarios han sido definidos. El futuro puede tener cambios imprevisibles sobre lo imaginable, pero coincido en que el evaluador por lo menos debe intentar disminuir los escenarios omitidos