̶ ¿O sea que nunca el VAN del
proyecto lo podremos calcular? ̶ me pregunta con preocupación un alumno
sentado en primera fila.
̶ No lo sé. Yo, por lo menos, jamás
le he acertado.
̶ ¿Y qué hacemos acá entonces?
¿Nadie ha calculado la rentabilidad correcta de una inversión? ̶ me responde.
̶ Para ser honesto, solo una
persona ha sido capaz de adivinar el futuro, pero no en proyectos ̶
respondo.
̶ ¿Y quién es ese mago? ¿Cómo no
se le ha ocurrido contratarlo?
̶ Es mi señora… siempre me dice “¡¡¡Te
lo dije!!!” cuando cometo un error.
En ese momento se levanta, junto a varios compañeros, y van a solicitar
al director de Escuela el cambio de asignatura.
Si no se formula y evalúa un proyecto, la incertidumbre es total.
Estudiar su viabilidad reduce esa incertidumbre al generar información, pero no
la elimina.
El evaluador debe tener la honestidad de advertir que la rentabilidad
calculada es solo la de uno de muchos escenarios futuros que podrían
presentarse.
2 comentarios:
seria bakan que algun dia hiciera una clase a alumnnos en la sede ipla araucana
Eres muy gentil. He ido a varias sedes a dar conferenciss y ha sido siempre un agrado. Un abrazo
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