− Padrino− me dice correctamente
mi ahijado por primera vez después de años llamándome tío...seguramente maduró
porque cumplió los 40− ¿por qué escribe tanto?
− Porque me gusta, me pagan, me
doy a conocer y me invitan de muchas partes a dar charlas, cursos y hacer
asesorías.
− ¡Pero si siempre escribe de lo mismo! En tantos
años, la mayoría de la gente ya tiene sus libros y ha escuchado sus
charlas...que deben ser malas si se parecen a sus libros.
− ¿Y tú cuándo has leído un libro?
− En el colegio…pero solo resúmenes que les
compraba a mis compañeros. Pero abrí el suyo y salía esta X gigante− me dice
mostrándome una hoja de mi libro− impresa. O sea, la editorial se dio cuenta de
lo malo que es.
− Estúpido. Eso es un gráfico que representa el
equilibrio de mercado entre oferta y demanda.
− ¿Cómo la demanda que le hizo mi mami a mi papi
por pensión alimenticia?
Tratando de salir de a donde
condujo el tema, vuelvo atrás y le digo− El temas es el mismo pero, como todas las
cosas, cada día se descubre algo nuevo para mejorarlo. Con una excepción... ¡TÚ!
− ¿Yo soy la excepción? Sabía que me iba a
destacar en algo− dice mientras pienso cómo pude imaginar que había madurado. −
Así que usted gana dinero vendiendo lo que escribe.
− No. Yo gano escribiendo lo que se vende.
Muchos inversionistas se enamoran
de su idea de proyecto y cuesta mucho que acepten modificarla cuando creemos
que un cambio puede hacer que el consumidor vea en el producto o servicio una
real solución a un problema o satisfacción a un deseo.
Obviamente, la decisión final es
de él, pero la obligación de todo evaluador es explicarle que necesita que los
clientes lo necesiten.
2 comentarios:
profesor.. seguro que tiene un solo ahijado?... jajaja, sume otro acá en chie. saludos, encuentro que su aporte literario al mundo de la economía es como faro para los marineros que han naufragado en un océano lleno de tiburones.
Gracias David...tengo muchos ahijados...así no se sabe a cuál me refiero jaja. Un abrazo
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