Investigación rentable

J. Hermida decía "si tienes conflictos morales por apropiarte de las ideas de alguien, procura apropiarte de las ideas de más personas: el plagio es cuando te apropias de las ideas de una persona, pero si te apropias de las ideas de muchas personas, se llama investigación".
Cuando leo publicaciones académicas que sólo resumen ideas de muchas personas, (y que ni siquiera colocan en la bibliografía de las asignaturas que ellos mismos dictan) pienso en lo mal invertidos que están los recursos en muchas universidades. Una investigación, para que sea rentable, debe cumplir con tres condiciones a mi juicio: a) asignar recursos a quienes demuestren que la investigación es viable de realizar por su metodología, plan de trabajo, resultados esperados, costos involucrados y experiencia de quien solicita el financiamiento; b) que expliciten cómo van a transferir los resultados de la investigación (¿cuántas tesis dirigidas por distinguidos académicos sirven sólo para abultar su biblioteca?) y c) demostrar que la comunidad está dispuesta a adoptar el resultado de la investigación. En otras palabras, la asignación de recursos para la investigación debe responder a una evaluación como cualquier inversión.

La final del mundial de fútbol

¡¡"Qué extraño, comenta en la final del mundial de fútbol un hombre a otro separado por un asiento vacío, que estando repleto el estadio este asiento no se haya ocupado. ¿quién podría ser tan estúpido de comprar la entrada y no ocuparla en el evento más importante del mundo!!". El asiento es mío, responde el otro...lo compré hace dos años para venir con mi esposa, pero ella falleció. "No sabe cuánto lo siento, responde el otro, pero ¿no encontró a nadie que lo acompañe? ¿un pariente, amigo o vecino? Haciendo un gesto negativo con la cabeza le dice "No..a nadie...toda la manga de imbéciles decidió quedarse para el velorio".
Cuando leí esta historia en mi mail me vino a la cabeza el problema de las prioridades. Somos tan diferentes los seres humanos, por nuestras expectativas, grados de aversión al riesgo o información que manejamos, que el evaluador de proyectos debe estar preparado para reconocer que él no puede evaluar un proyecto. Lo que hace, es generar información para ayudar a decidir respecto de una inversión. Mientras algunos rechazarán un proyecto con VAN positivo, otros aceptarán uno con VAN negativo. Por eso debemos trabajar más, agregando a la evaluación de un solo escenario futuro toda la información pertinente a quien debe decidir. Un gerente es evaluado por la rentabilidad que fue capaz de sacarle a todos los activos a su cargo (rentabilidad del proyecto), al inversionista le interesa saber cuánto le redituarán los recursos que aportará él al proyecto (rentabilidad del inversionista) y, al banco, saber si el comportamiento de los flujos del proyecto permiten cumplir con las condiciones de pago del crédito que dará para financiarlo. Por eso hoy debemos trabajar más, para entregar información para todos los involucrados en el proyecto, sin olvidar los análisis de riesgo, de escenarios y de sensibilidad que complementarán a los tres flujos anteriores.

Reasignación de recursos

Después de ver un partido de fútbol chileno por televisión, quiero proponer a las autoridades del sector salud que presten atención a la enorme capacidad de los médicos que asisten a los jugadores. Me impresionó ver cómo después de que un jugador sale de la cancha tremendamente herido y con muestras de tanto dolor (que a uno le dan una pena infinita, pensando en que la madre podría estar viento el juego) antes del minuto estén pidiendo al árbitro autorización para reincorporarse al juego como si nunca hubiera pasado nada. Realmente increíble. ¿Por qué no llevar a estos especialistas para que ayuden a las autoridades de salud a solucionar los problemas médicos de tantos chilenos?
Más importante que gastar más, es saber gastar. Si un recurso es rentable en una actividad, el evaluador de proyectos debe estar dispuesto a recomendar su abandono si encuentra un uso más rentable para ellos. Tradicionalmente, los proyectos de abandono se identifican como proyectos de desinversión ante malos resultados y nos olvidamos de ver la posibilidad de mejorar situaciones existentes. Allí muchas veces está la oportunidad de mejorar.
Yo, por ejemplo, recomendaría a varios jugadores de fútbol evaluar la creación de una academia de teatro.

Basura

Si alguna vez le dicen que su proyecto es pura basura, no se amargue. La basura es abono.
Lo que haya aprendido al hacer ese proyecto, incluso los errores, sirven para aprender, es decir, abona a su propio desarrollo.

Los objetivos de San Pedro

Una señora reconocida por su pésima forma de conducir, un día choca contra el vehículo del párroco del pueblo y ambos mueren. Cuando se presentan ante San Pedro, este deja pasar a la dama directamente al cielo, pero al párroco lo interroga largamente. Molesto, éste le dice a San Pedro: "¿Cómo deja pasar a esa señora que ni siquiera es católica y a mi lleva 45 minutos interrogándome? Creo que aquí hay un lamentable error." Pero San Pedro le responde "No hay ningún error. Cuando usted predica la mayoría de los feligreses se duerme, pero cuando ella conduce, todo el pueblo reza. Y usted sabe, los objetivos son los objetivos".
Muchas veces el objetivo de un proyecto no es económico: reducir las listas de espera en los hospitales, razones estratégicas o de seguridad nacional, éticas o humanitarias. Como en estos casos hay una meta definida, lo que debe buscarse es cómo alcanzar el objetivo de la manera más eficiente posible. De aquí surge la diferencia más básica entre el VAN y el VAC. La letra N del VAN significa neto, es decir, la diferencia entre beneficios y costos, y la C del VAC costo. El primero indica que si el resultado es negativo, no se cumple la condición de elegibilidad; el segundo siempre será negativo e indica cuánto cuesta alcanzar el objetivo.

Las tres Pascualas

Hoy tuve la suerte de poder compartir, en dos cortas reuniones, con un grupo de alumnos y de profesores de la Universidad San Sebastián en el precioso campus Las tres Pascualinas de Concepción. Acostumbrado a estas reuniones, pensé que sería otra de esas donde sólo yo hablo. Grande fue mi sorpresa al ver, primero, la gran cantidad que aceptó la invitación para asistir a una "conversación" sobre su Universidad, pero mayor fue cuando ofrecí la palabra. Vi un grupo de emprendedores, con iniciativa, con ganas de trabajar, motivados, con deseos incluso de mayores exigencias y con capacidad para hacer propuestas concretas de desarrollo. Tomo una: la petición de Carlos de crear una incubadora de proyectos, tanto para proyectos de su carrera, Ingeniería Comercial, como para los de Ingeniería Turística, "para poder hacer realidad muchos proyectos buenos y innovadores que tenemos los alumnos a lo largo de la carrera" (¡qué posición tan distinta a la de otros estudiantes que privilegian la competición por sobre la colaboración!). Cuando muchos jóvenes optan por el camino fácil, por lograr un título como objetivo último, más que para aprender o emprender, hoy aprendí de ellos que no se puede generalizar, que en regiones tenemos talentos, con ideas, ganas de trabajar y de hacer cosas. Ahora la responsabilidad es nuestra, de todos los profesores. Debemos comprometer todo nuestro esfuerzo para aprovechar esta oportunidad que estos jóvenes nos dan. Hoy yo confío en ellos. Los invito a que me ayuden a que ellos también confíen en los adultos, contribuyendo desde sus diferentes países, empresas, universidades y posiciones, con ideas que permitan implementar este proyecto para que sirva de ejemplo a muchos otros jovenes que sólo necesitan el espacio y la oportunidad para desarrollarse.

El cliente ...¿siempre tiene la razón?

En 1364, Enrique de Vick fabricó para Carlos V de Francia un reloj para ponerlo en la torre de palacio. El rey, acostumbrado a hacer siempre correcciones, se fijó en el número IV y dijo: "Esto está mal, cuatro se escribe IIII". Tranquilamente, de Vick lo modificó. Por eso se dice que fue el primero en reconocer que "el cliente siempre tiene la razón".
Al evaluar un proyecto, es importante advertir al inversionista de cualquier cosa que consideremos equivocada, pero también debemos reconocer que a veces las prioridades de él no son regidas por la racionalidad económica, sino que por otros intereses tanto o más importantes, como su proyecto de vida, expectativas de su rol laboral, etc.

Bienvenidos impuestos

Contaba un amigo que "la multa es un impuesto por hacer las cosas mal y un impuesto es una multa por hacer las cosas bien. Ojalá tenga que pagar siempre altos impuestos porque eso significa que estoy ganando".
Uno de los beneficios indirectos importantes que tiene la aprobación de un proyecto es el impuesto sobre las utilidades. La inversión en un activo cualquiera es contabilizada por la empresa, lo cual permitirá depreciarla en los años futuros. Como la depreciación no es un egreso, sólo hará bajar las utilidades contables y, por lo tanto, el impuesto a pagar, que sí es un egreso relevante para el proyecto. En países donde el impuesto a las utilidades es de 35%, por sólo comprar el activo, recuperará el 35% pagando a futuro menos impuestos. En otras palabras, para que el proyecto sea rentable, falta por demostrar que existen beneficios netos equivalentes al otro 65% del valor de la inversión.

¿computador o computadora?

Un profesor explicaba que los sustantivos tienen género y se designan como masculino o femenino: "La casa es femenino, el lápiz es masculino".
Un estudiante le preguntó: "¿Cómo se debe decir, computadora o computador?". En lugar de responder, el profesor dividió la clase en dos grupos. Varones por un lado y mujeres por el otro y les pidió que decidieran si la computadora o el computador debe ser masculino o femenino, fundamentando su decisión con cuatro argumentos.
El grupo de los hombres decidió que la computadora debe ser definitivamente del género femenino porque: 1. Casi nadie entiende su lógica interna. 2. El idioma nativo en que ellas se comunican entre sí es incomprensible para todos los demás. 3. Incluso los errores más pequeños se guardan en memoria de largo plazo para su posible revisión mucho tiempo después. 4. En cuanto usted tenga una, se encontrará gastando al menos la mitad de su sueldo en accesorios para ella.
El grupo de las mujeres, sin embargo, concluyó que el computador debe ser masculino porque: 1. Para hacer algo con ellos, usted tiene que encenderlos. 2. Ellos almacenan muchos datos pero todavía no pueden pensar por sí mismos. 3. Se supone que ayudan a resolver los problemas, pero la mayor parte del tiempo, ellos son el problema. 4. Apenas usted tenga uno, comprenderá enseguida que, si hubiera esperado un poco más, podría haber conseguido otro mejor.
Esto demuestra la necesidad de hacer una segmentación del mercado antes de definir cualquier investigación de mercados en un proyecto. Las percepciones, intereses y formas de apreciar los atributos del producto son tan distintos a veces, que un buen proyecto corre el riesgo de fracasar por este pequeño detalle.

Innovación, adaptación o adopción.

Durante un banquete se presentó a Thomas Alva Edison como el inventor de la máquina parlante. Al iniciar su discurso rectifica al presentador diciendo "La máquina parlante la inventó Dios. Yo sólo he inventado la primera de su clase que se puede apagar a voluntad".
La innovación, la adaptación o la adopción del conocimiento creado por otro, son todas iguales de válidas al hacer un proyecto. Sólo deberemos optar por la que rente más al inversionista.